La forma de la espada. Borges.

En este cuento encontramos dos historias, una superficial, que consiste en que Borges, quién empieza narrando se encuentra con un inglés (el cual a medida que se va desarrollando la historia descubrimos que es irlandés) que tiene una cicatriz bastante considerable en la cara, este "inglés" era cruel pero justo, bebedor, de ojos claros, flaco y con bigote gris. Quería que le vendiesen un campo y para persuadir al vendedor le confía la historia de su semejante cicatriz. Acá es cuando entra la historia profunda, narrada en lo que parece ser, tercera persona y también un juego de narradores, mientras el irlandés relata se adentra en la historia de un tal Vincent Moon, un joven de veinte años, flaco y fofo, daba la impresión de invertebrado, muy cobarde según él, quien luchaba por la independencia de Irlanda. Una noche su amigo quien lo había estado acompañando en las batallas y durante varios días escuchó que decía su nombre, a que hora regresaría y que daba indicaciones de como tenían que arrestarlo. También escucho que exigía unas garantías personales. "Aquí mi historia se confunde y se pierde" dice el irlandés y cuenta como empieza una persecución con Moon hasta que arranca un alfanje y con esa media luna de acero "le rubriqué en la cara, para siempre, una media luna de sangre", Borges, como todo curioso, pregunta que había pasado con Moon, hasta que el irlandés le dice que su cicatriz era esa media luna de sangre, mejor dicho que él era quien denunció al hombre que le dio amparo, el irlandés es Vicent Moon. Narro la historia estratégicamente de tal manera que su espectador quiera escuchar hasta el fin.

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